Épica ascensión a la Mola con J.J y Sònia

Más de 70 personas voluntarias se reunieron el domingo pasado a los pies de La Mola para ayudar a Sònia y J.J a cumplir uno de sus sueños. A las 8.30 de la mañana, la gente iba llegando al aparcamiento de Can Robert para organizar y distribuir los grupos que cargarían las sillas adapadas Joëlette con Sònia y J.J hasta arriba.

Enric, profesional de la Casa Serra Nova de l’Obac, y Juan Carlos de Rodamunt, nos explicaron el funcionamiento y técnica adecuada para llevar la silla adaptada antes de empezar la excursión. La información que nos facilitaron nos ayudó durante todo el trayecto, pudiendo optimizar esfuerzos y hacer que Sònia y J.J fueran más tranquilos, disfrutando de la naturaleza y el paisaje.

Una vez hechos los equipos con los voluntarios que llevarían las sillas, distribuimos las manzanas, las aguas y los frutos secos con los voluntarios “sherpa” que cargaron la comida y el agua hasta arriba. Este año, Jose Saéz de Darivofruits, nos regaló las manzanas que nos sirvieron para recuperar azúcares y energía en la cima mientras disfrutábamos del paisaje.

La buena coordinación y el trabajo en equipo hizo que este año llegáramos arriba en tiempo récord. Una hora y media fue suficiente para que J.J y Sònia quedaran maravillados con las vistas que ofrece esta montaña de nuestra ciudad y el Vallés Occidental. Desayunamos todos juntos, compartiendo risas, el paisaje y la felicidad de haber ayudado a Sònia y J.J a cumplir uno de sus sueños. Las caras de felicidad que pusieron al contemplar el paisaje a sus pies, no se nos olvidará nunca.

La bajada fue más épica que la subida, y no por la rapidez, si no por el cambio de tiempo instantáneo que sufrimos. De pasar calor e ir en manga corta, pasamos a abrigarnos por la lluvia y piedra que cayó. Fue una retirada muy rápida, en la que el trabajo en equipo fue fundamental para que llegáramos todos sanos y salvos a bajo. Una aventura más que podemos explicar. No sólo hicimos la cima, si no que bajamos con piedra y cascadas de agua y fango por el camino (¡No exageramos!).

Las personas voluntarias que lo hicieron posible son voluntarios y voluntarias de Prodis, profesionales, el equipo cadete del Club Egara de Hockey, amigos y familia que quisieron sumarse a este domingo solidario. A todos, una vez más, os queremos agradecer hacer posible este día. Juntos rompemos barreras y borramos el significado de la palabra “límite”. Para nosotros, ¡ya no tiene sentido!